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El 10 de agosto se celebra el Día de los Diáconos Permanentes, con ocasión de la Fiesta de San Lorenzo, diácono y mártir de la Iglesia de Roma. Para nuestra parroquia es una alegría unirse a esta celebración, agradeciendo y reconociendo el servicio que entregan nuestros diáconos en medio de nuestra comunidad, su constante apoyo a la parroquia en la liturgia, en la celebración de sacramentos y en la participación entusiasta en las distintas pastorales y actividades de nuestra comunidad.
Con esta alegría les invitamos a celebrar a los diáconos de nuestra parroquia, el sábado 10 de agosto, en la misa de 20.00 hrs.
Diáconos Permanentes: Ministros y servidores de la Iglesia
Son las personas encargadas de animar a los cristianos en su propia vocación de servicio, tanto en el orden de la solidaridad como de la evangelización y que forman parte del personal consagrado.
El diácono tiene la misión de ser un colaborador en el ministerio del Obispo y del presbítero, un animador de las Comunidades Eclesiales de Base (capillas). Su carisma radica en animar a los cristianos en su propia vocación de servicio, tanto en el orden de la solidaridad como de la evangelización y edificación de la comunidad eclesial.
Los diáconos permanentes son, por lo general, hombres casados, que reciben este ministerio para colaborar con el Obispo en el quehacer pastoral y de evangelización de la Iglesia.
Este ministerio si bien tiene su origen en los primeros siglos de la Iglesia, fue restablecido en el Concilio Vaticano II (1962-1965), como un grado estable de la jerarquía eclesiástica. A partir de ese momento, se subraya el valor del servicio que presta el diácono. Asimismo, se responde a las exigencias pastorales actuales, como es la escasez de sacerdotes y la necesidad de una cercanía de éstos al pueblo fiel, y, finalmente, la Iglesia se enriquece con la ordenación, el compromiso estable y la función litúrgica de los diáconos.