¡CRISTO RESUCITÓ! y deseamos agradecer de todo corazón la generosidad que hemos recibido de tu parte en este tiempo complicado.

El distanciamiento social y la imposibilidad de reunirnos que nos impone el coronavirus perjudica enormemente el financiamiento de la parroquia, especialmente lo recaudado en la colecta dominical, principal fuente de ingreso de nuestra comunidad. 

La parroquia tiene costos fijos que financiar mensualmente: sueldos del personal, asignación de sacerdotes, honorarios de servicios, pago de cuentas básicas (luz, agua, teléfono, gas, etc.), pago de seguros, productos de aseo y mantención, el funcionamiento y mantención de nuestra Capilla El Dorado, ayuda social (Alimentos de Vida), etc.

Cuando superemos la pandemia queremos volver a encontrarnos en nuestra parroquia funcionando en perfectas condiciones: Por favor, ¡necesitamos de tu aporte en la colecta dominical! No lo dejes de lado.

¿Qué es la colecta? Un poco de historia

La Iglesia es comunión de bienes espirituales y materiales: una comunidad. En este sentido la colecta dominical es muy relevante para la vida del cristiano, ésta es reflejo  de la caridad, la colaboración de los bienes y expresión de lo que cada uno ofrece de sí mismo.

La colecta se remonta a los orígenes de la Iglesia donde los bienes eran ofrecidos y compartidos entre los cristianos como signo de amor, hermandad y reconocimiento a la misión de transmitir la fe.

Con el paso de tiempo la colecta ha evolucionado de distintas formas, pero hoy sigue teniendo el mismo propósito de los primeros cristianos: continuar con la misión, cuidar y reconocernos corresponsables de nuestra fe, colaborar con la evangelización y ser signo de caridad y al mismo tiempo de unión.

Con el signo de la colecta en el momento del ofertorio los cristianos están llamados a añadir a su aportación espiritual en el sacrificio de la misa, su aportación material. Por supuesto, siempre libremente según la propia conciencia.

El problema actual: La pandemia del coronavirus

Hoy, en el contexto de la epidemia del coronavirus y con la restricción de vivir la Santa Misa en forma presencial, nuestra parroquia deja de recibir este aporte material que se traduce en cuidar de nuestra casa común y sostener todas las obras que se realizan a diario en favor de los más necesitados, los enfermos, la evangelización, etc.

¡La epidemia no puede detener nuestra caridad!, seguimos siendo corresponsables con nuestra fe y la parroquia sigue funcionando. Una vez superada la crisis sanitaria queremos volver a encontrarnos en nuestra casa común para bendecir al Señor, celebrar la Santa Misa a diario, comulgar, recibir el perdón de Dios, visitar a nuestros ancianos y enfermos, transmitir la fe a través de las distintas catequesis, celebrar los sacramentos y ver la expresión viva de nuestra fe a través de tantas iniciativas pastorales, sociales y grupos de oración. Nuestra parroquia se sustenta, principalmente, de la colecta dominical.

LA PARROQUIA Y NUESTRA CAPILLA SE MANTIENEN CON TU APORTE,

¡CONTAMOS CON TU COLECTA DOMINICAL!

¡MUCHAS GRACIAS Y QUE DIOS TE BENDIGA!