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Llegan por fin, las merecidas vacaciones. Tendremos más tiempo libre. Busquemos también, más tiempo para Dios. El verano se puede convertir en el invierno del alma si le damos vacaciones a nuestra vida de fe.
TE RECORDAMOS
- No se puede ser cristiano a tiempo parcial: A Jesús se le sigue siempre o no se le sigue. Somos cristianos en casa y en la Iglesia, en el lugar de trabajo y en el lugar de descanso, en verano y en invierno.
- Hemos de vivir con Jesús todos y cada uno de los instantes de nuestra existencia: Eso es lo que se llama unidad de vida.
Teniendo en cuenta estas consideraciones te entregamos algunos consejos para no alejarnos de nuestra fe en este tiempo estival:
VIVE EL DOMINGO
Este día sigue siendo del Señor y Dios no se va de vacaciones. Aprovecha para vivir mejor la Eucaristía dominical ahora que tienes más tiempo libre.
VIVE LA FAMILIA
Dialoga, colabora, comparte, ten pequeños detalles de servicio que faciliten el descanso a los demás miembros de tu familia.
VIVE LAS VIRTUDES
Proponte, cada día o cada semana, crecer en una determinada virtud, a través de pequeños retos. Puedes trabajar virtudes como: buen humor, paciencia, obediencia, orden, reciedumbre, alegría, sinceridad, lealtad, gratitud, humildad, generosidad y modestia, entre otras.
Tiempo de descanso, tiempo de abrazar a Dios.
Fuente: Catholic.net