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Este lunes 1 de noviembre, nuestro Obispo Auxiliar de Santiago, celebró una misa en el cementerio de Maipú para conmemorar el Día de Todos los Santos y acompañar en oración a las familias que asistieron al camposanto a rezar por sus difuntos.
En su homilía, monseñor Rongagliolo dijo: “Hoy es un día de gracia porque recordamos que todos tenemos vocación del cielo, que todos hemos sido llamados a participar de la Vida Eterna, que todos hemos sido convocados para ser de Dios, para ser hijos de Dios en el cielo”.
El obispo continuó: “La vida es un camino al cielo para cada uno de nosotros, por eso es tan importante darnos cuenta de la importancia de ella. La importancia de preocuparnos de los que sufren, de los pobres, de nosotros mismos en nuestra fe. La importancia de vivir como cristianos. La vida es una gran preparación al cielo”.
En la instancia se pidió especialmente por los difuntos que murieron durante los momentos más duros de la pandemia y no pudieron ser acompañados. “Hoy se hacen presentes en nuestro corazón todos los familiares y amigos que por el covid han partido en este tiempo. Ciertamente han sido momentos dolorosos porque hemos visto a muchos partir, pero en en este día recordamos a cada uno de ellos y le pedimos al Señor que los reciba y les dé el descanso eterno”, señaló monseñor Roncagliolo.