En la Eucaristía de las 12:30 hrs, del sábado 22 de octubre, se reconoció y oró por este lazo afectivo que para muchos tiene un sentido especial, ya que nuestros abuelos nos entregan una sabiduría particular y un cariño incondicional.

Se hizo una bendición especial por parte de nuestro párroco y se le entregó un Rosario a los abuelos para que enseñen a rezar a sus nietos.

María Angélica Orellana, encargada de Pastoral del Adulto Mayor, cuenta que esta idea, surgió porque "Debido a la pandemia, a la pastoral le ha costado reactivarse, y cómo además octubre es el mes de la familia, pensamos que sería una linda posibilidad para reencontrarse abuelos y nietos con el Señor".

Agregó que fue una grata sorpresa ver tantas familias que acudieron al llamado. "Logramos que fuera mucha gente, bastantes abuelos y adultos mayores. Nietos, guaguas, niñitos pequeños, medianos y adolescentes, toda una fiesta familiar. Además, con el regalo del santo Rosario, deseamos promover que los abuelos enseñen a sus nietos el Ave María y el Padre Nuestro. La homilía de nuestro párroco, padre Roberto, estuvo especialmente dedicada a este vínculo de amor de los abuelos, resaltando siempre las exhortaciones que nos ha hecho el santo padre Francisco, respecto a la mirada de Dios para los adultos mayores", destacó María Angélica. 

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