El martes 14 de febrero, el grupo compuesto por 21 integrantes de nuestra comunidad, junto al padre Roberto Espejo, volvió a pisar suelo nacional, poniendo fin a su viaje de fe a los lugares donde vivió y evangelizó Jesús.

La última parada a la cual peregrinaron fue el Santo Sepulcro, donde nuestro párroco nos contó que oraron por todos nosotros.

María Cristina Ortiz, hermana de nuestra comunidad que participó de esta inolvidable vivencia, aseguró que “es el viaje más lindo que un católico puede hacer, y mejor aún si va con un sacerdote muy experimentado en Tierra Santa, cómo es nuestro querido Párroco, el padre Roberto Espejo. Nos unió de tal forma con sus consejos, Misas y prédicas que todos los que fuimos, quedamos unidos para siempre con esta experiencia tan fuerte que marcó nuestras vidas.

Fue una peregrinación completísima, hubo ambiente de camaradería, buen sentido del humor y se formó una linda amistad. Fue lo que más me gustó, junto con haber estado pisando el país en que Dios quiso hacerse Hombre y salvarnos. Gracias, Señor, por tanto”.

Esperamos que esta inolvidable experiencia haga crecer su fe, y den testimonio al mundo del Reino de Dios, así como lo hicieron los apóstoles.

¡Bienvenidos nuevamente, queridos hermanos!