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La veneración a la Virgen de Lourdes proviene de 18 apariciones de la Virgen María en la gruta de Massabielle, en las afueras de la población de Lourdes, en Francia, en el año 1858.
Allí nuestra Madre se presentó ante Bernadette Soubirous, una adolescente francesa que, luego de todas las apariciones, se convirtió en religiosa. Fue canonizada por la Iglesia en 1933.
Este sábado 11 de febrero, invitamos a toda nuestra comunidad parroquial a tener presente en nuestras oraciones a los hermanos que se encuentran enfrentando problemas de salud, para que Nuestra Señora de Lourdes, patrona de los enfermos, interceda por ellos
¿Por qué es patrona de los enfermos?
Desde febrero de 1858, tras las apariciones de la Virgen María en Lourdes, comenzaron a verificarse varias curaciones milagrosas que llamaron la atención de los científicos.
Eso hizo que al santuario peregrinaran muchas personas que padecían enfermedades. El constante fluir de fieles trajo desarrolló a la zona y se comenzó a crear una infraestructura basada en la caridad para dar atención a los enfermos que llegaban al santuario. Así, el 28 de enero de 1885, surgió “La Hospitalité Notre Dame de Lourdes”.
El centro de salud es atendido por voluntarios, quienes asisten en sus necesidades a los enfermos y los ayudan a desplazarse en sillas de ruedas, en camillas y también hacen de intérpretes.
Los voluntarios no son improvisados. Tienen que prestar sus servicios como aprendices durante cuatro años antes de que sean considerados miembros de la Hospitalité. Ahí se preparan para saber transmitir alegría, optimismo y apuntalar la esperanza y fe con la que acuden las personas.
Lourdes es la última esperanza de vida, el último recurso para muchos enfermos, el encomendarse a la protección de la Virgen y a Jesús en su Misericordia. Más aún, hay quienes no van a pedir el milagro de sanación, sino a tomar las fuerzas para bien morir, en paz y en reconciliación con Dios.
Fuente: desdelafe.mx