En su última catequesis de la audiencia general, el Santo Padre compartió su experiencia en el reciente viaje apostólico a Mongolia, un lugar donde la Iglesia es humilde y alegre, y donde la simplicidad del corazón es fundamental. "Pienso con alegría en la Iglesia local y en el pueblo mongol: un pueblo noble y sabio, que me ha demostrado tanta cordialidad y afecto", expresó.

Durante su viaje, citó el pasaje de 1 Samuel 16:6-7: "El Señor respondió a Samuel: 'No te fijes en su aspecto ni en su elevada estatura. Yo lo he descartado, porque no cuenta lo que ve el hombre: pues el hombre ve la apariencia, pero el Señor ve el corazón'". Así, el Pontífice destacó que el Señor busca la simplicidad del corazón y la humildad en aquellos que lo aman.

En Mongolia, además, el Papa también reconoció la búsqueda religiosa de muchas personas, especialmente los seguidores del budismo, “que viven su religiosidad de manera sincera y radical a través del altruismo y la lucha contra sus pasiones”. En ese sentido, instó a todos a ampliar sus horizontes y a mirar más allá de las apariencias, reconociendo el bien en los demás y valorando a las diferentes civilizaciones.

Fuente: vaticannews.va/