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En un encuentro reciente con miembros del Centro de Investigación y Formación para la Protección del Menor (CEPROME), el Papa Francisco expresó su profunda preocupación por una cuestión que afecta no solo a la Iglesia sino a toda la humanidad: la pornografía infantil. El Pontífice señaló que este problema se ha infiltrado en nuestras vidas a través de los teléfonos móviles, donde la criminalidad se pone al servicio de cada individuo.
El Santo Padre recordó las palabras del Evangelio que nos instan a cuidar de los más pequeños, “reconociendo en cada niño el reflejo del rostro de Dios”. Subrayó la importancia de ver el sufrimiento de los niños y personas vulnerables como un trazo impreso en el velo con el que la Verónica enjugó el rostro de Cristo. Este llamado a la compasión y la empatía nos desafía a todos a actuar en defensa de los más vulnerables.
También enfatizó que incluso un solo caso de abuso es inaceptable y escandaloso, y llamó la atención sobre el hecho de que los abusos que han afectado a la Iglesia son solo un reflejo de una triste realidad que afecta a toda la humanidad.
El Papa elogió los avances que la Iglesia ha logrado en la lucha contra los abusos y expresó su deseo de que estos avances sirvan como un ejemplo inspirador para otras instituciones en la promoción de una cultura de cuidado. Además, hizo un llamado a la oración, instando a que no se reduzcan los esfuerzos a la mera aplicación de protocolos, sino que se confíen a Jesús en la oración.
Fuente: iglesia.cl/
Portada: Vatican Media