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El lunes 8 de enero celebraremos el Bautismo del Señor y con ello concluye el Tiempo de Navidad, días de gracia en el que contemplamos a Dios, hecho hombre, por el perdón de nuestros pecados.
Ahora, con el Bautismo de Jesús en el Río Jordán se nos presenta una nueva epifanía donde se manifiesta la Santísima Trinidad.
“Al salir Jesús del agua, una vez bautizado, se le abrieron los cielos y vio al Espíritu de Dios, que descendía sobre Él en forma de paloma, y oyó una voz que decía desde el cielo: 'Éste es mi Hijo muy amado, en quien tengo mis complacencias'", describe el Evangelio de San Mateo.
Con este hecho, Jesús muestra un signo visible para la salvación de la humanidad, dañada por el pecado original: el bautismo pasa a ser un sacramento que nos renueva completamente, que nos entrega una vida nueva y auténtica libertad.
A partir del 9 de enero, iniciaremos el tiempo ordinario marcado por el color verde, que expresa la juventud de la Iglesia y el resurgir de una vida nueva.
Este tiempo litúrgico se mantendrá hasta Cuaresma, momento en que se usará el color morado.
Fuente: ACI Prensa