Una alegre y emotiva celebración fue la que vivimos el sábado 18 de mayo, en la ordenación sacerdotal de Alejandro Bórquez Soza.

Hasta la Catedral de Santiago llegamos como comunidad, junto a familiares y amigos, para acompañarlo y celebrar el regalo de la vocación sacerdotal.

En la Misa presidida por el Arzobispo de Santiago, Monseñor Fernando Chomali, también se celebró la ordenación diaconal en tránsito de Jaime Castillo S.

“Crezcan en el don de la fe, robustezcan su fe, alimenten su fe”. Para ello, el Arzobispo les pidió “tener presente” la Palabra de Dios y el magisterio de la Iglesia.

Asimismo, les recordó ser “discípulos y misioneros de Jesucristo 24/7”, en la “manera de ser y de vivir”. Porque la misión “solamente se manifiesta en la medida que tengamos fe,  en que sigamos a Jesucristo y en la medida que evangelicemos en Él”.

Tras manifestar públicamente su deseo de recibir el orden presbiteral, Alejandro fue ungido con los santos óleos, revestido como sacerdote y recibió el cáliz y la patena; todos, signos de su disposición y humildad en el servicio.

El padre Alejandro B. y el diácono en tránsito Jaime C. expresaron su gratitud a sus familias, parroquias, pastorales, formadores y acompañantes por este camino; y recordaron que siguen en “formación permanente”.

“Nuestra misión hoy se fortalece y prolonga en la vida ministerial y por lo mismo queremos mostrar el rostro de Jesús misericordioso sirviendo y consolando especialmente a los más necesitados”, expresaron en un mensaje.

Antes de la bendición final y a solicitud de ambos, se escuchó en la Catedral el canto de la Salve regina, y de esa manera consagraron su ministerio a la Santísima Virgen María.

Estamos felices por este nuevo regalo que el Señor nos hace a nosotros, su Pueblo fiel. Comprometemos nuestra oración por las vocaciones y, especialmente encomendamos a Nuestra Señora de Las Mercedes por la vida y misión del padre Alejandro Bórquez S.

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