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Siguiendo la catequesis sobre el Espíritu Santo, el miércoles 27 de noviembre, el Papa Francisco recordó que entre sus frutos se encuentra la alegría, de vital importancia para la vida cristiana.
“La alegría, fruto del Espíritu, tiene en común con cualquier otra alegría humana un cierto sentimiento de plenitud y satisfacción, que hace desear que dure para siempre. Sin embargo, sabemos por experiencia que eso no ocurre, porque todo aquí abajo pasa rápidamente”, explicó el Santo Padre.
En ese sentido, recordó que cualidades como la juventud, la salud, el bienestar o las amistades, “pasaran rápidamente, después de un tiempo ya no son suficientes o incluso se vuelven aburridas”. Ese vacío, según el Papa Francisco, se debe a la “inquietud del corazón”, una condición inherente al ser humano que encuentra su raíz en Dios.
Por ello, la “alegría evangélica”, a diferencia de cualquier otra, “puede renovarse cada día y volverse contagiosa”. “No sólo no está sujeta al inevitable desgaste del tiempo, sino que se multiplica al compartirla con los demás”.
“No se puede comunicar con caras largas y rostro sombrío, sino con la alegría de quien encontró el tesoro escondido y la perla preciosa”, afirmó el Santo Padre.
Evangelii Gaudium
Este menaje nos invita a recordar la exhortación apostólica Evangelii Gaudium (La alegría del Evangelio), donde el Papa Francisco llama a los cristianos a vivir y transmitir su fe con entusiasmo, subrayando que la alegría es un elemento esencial para compartirla de manera auténtica y cercana.
Por eso, te invitamos a releerla y recordar importantes enseñanzas sobre la alegría que transforma y anima a vivir la fe cristiana. Haz clic AQUÍ.