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El Papa Francisco comenzó un nuevo ciclo de catequesis el miércoles 18 de diciembre, titulado ‘Jesucristo nuestra esperanza’: “Él es, en efecto, la meta de nuestra peregrinación, y Él mismo es el camino, la senda a seguir”, dijo.
De esa manera, resaltó la importancia de la genealogía de Jesús según el Evangelio de Mateo, describiéndola como una verdadera historia humana en la que se transmite identidad, pertenencia y fe.
“La genealogía del Señor es la verdadera historia, en la que están presentes algunos nombres, por así decirlos, problemáticos”, indicó, destacando que esta culmina en María y en Cristo.
En ese sentido, lo que busca la genealogía es entregar un mensaje muy importante: “nadie se da la vida a sí mismo, sino que la recibe como don de otros; en este caso, se trata del pueblo elegido, y de los que heredan el depósito de la fe”.
Un elemento particular en la genealogía de Mateo es la mención de cinco mujeres: Tamar, Racab, Rut, Betsabé y María, lo que rompe con la tradición de incluir solo nombres masculinos. Francisco explicó que estas mujeres, lejos de ser recordadas por sus pecados, son destacadas por ser extranjeras, lo que “manifiesta la misión de Jesús tanto a los judíos como a los gentiles”.
María, en especial, representa un nuevo comienzo, pues es en ella donde Dios se convierte en el protagonista de la generación del Mesías.
El Santo Padre invitó a tener “el recuerdo agradecido hacia nuestros antepasados” y a dar “gracias a Dios, que, a través de la Madre Iglesia, nos ha generado a la vida eterna, la vida de Jesús, nuestra esperanza”, finalizó.
Fuente: ACI Prensa