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En su intención de oración para enero, el Papa Francisco alerta sobre la “catástrofe educativa” que afecta a millones de niños en todo el mundo, particularmente aquellos afectados por la guerra, la migración y la pobreza.
Por ese motivo, el Santo Padre invitó a toda la Iglesia a unirse en oración "para que migrantes, refugiados y afectados por las guerras vean siempre respetado su derecho a la educación, educación necesaria para construir un mundo más humano".
Los desafíos de la falta de educación
La falta de instrucción entre los niños, adolescentes, migrantes y refugiados tiene graves consecuencias que afectan sus vidas y las sociedades que habitan:
Pobreza y desigualdad: La ausencia de educación limita las oportunidades laborales y perpetúa ciclos de pobreza.
Marginación social: Sin acceso a la escuela, los menores quedan al margen de la sociedad, lo que dificulta su integración en las comunidades que los reciben.
Explotación: Los niños sin instrucción están más expuestos al trabajo infantil y otras formas de explotación.
Impacto psicológico: La falta de acceso a la educación, sumada al trauma de la migración o el conflicto, puede generar serios problemas emocionales y mentales.
La educación no es solo un derecho fundamental, sino también una herramienta para la paz y la reconstrucción de sociedades más equitativas.
Como ha dicho el Papa Francisco, abrir las puertas de la educación es un acto de humanidad y esperanza para un futuro mejor.
Ve el mensaje completo a continuación: