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El padre Alejandro Bórquez, quien ha servido como vicario en la parroquia Nuestra Señora de Las Mercedes desde su ordenación sacerdotal, el 18 de mayo de 2024, se prepara para asumir una nueva tarea pastoral. Antes de partir, comparte su testimonio sobre lo vivido en esta comunidad y su profundo agradecimiento.
En su paso por nuestra parroquia, el padre Alejandro destaca la alegría y la esperanza que ha encontrado en la comunidad. “Para mí ha sido un regalo estar aquí. Dios me ha regaloneado con una comunidad viva, donde sus integrantes participan activamente con cariño y compromiso en la búsqueda de Dios, en el servicio a los hermanos y en la construcción de Iglesia”, expresa.
Asimismo, resalta que la parroquia es testimonio de la presencia de Dios en el mundo. “Muchas veces nos preguntamos dónde está Dios, y en esta comunidad se hace evidente su presencia. Pero al mismo tiempo, nos desafía a llevarlo aún más lejos, especialmente a quienes viven en soledad y pueden pasar desapercibidos”, afirma.
El padre Alejandro enfatiza el cariño y cuidado que ha recibido de los feligreses a lo largo de su camino vocacional. “Llegué como seminarista, viví mi diaconado aquí y ahora, como sacerdote, me han acompañado, educado, corregido y, sobre todo, querido. Me he sentido muy, muy querido”.
A la comunidad, solo tiene palabras de gratitud: “Agradezco el cariño, la confianza, el acompañamiento y la generosidad con que me han enseñado y permitido entrar en sus vidas. Aquí serví como sacerdote por primera vez, aquí viví mi diaconado con grandes maestros, los diáconos de la parroquia, que me han enseñado a servir mejor al pueblo de Dios”, destaca.
De cara a su próximo destino pastoral, en la Parroquia San Vicente de Paul en la zona Oriente, el padre Bórquez se prepara con la oración y con el compromiso de seguir entregándose en su actual servicio hasta el último día. “Hasta el 2 de marzo estaré aquí, dándolo todo por esta comunidad. Para el nuevo desafío que me pide la Iglesia, me encomiendo también a la oración de todos ustedes”, concluye.
Padre Alejandro, agradecemos su entrega y celo apostólico. Lo seguiremos acompañando en esta nueva etapa con cariño y oración.
Fotos:
1. Sirviendo como diácono en tránsito
2. Primera misa celebrada el 19 de mayo 2024