Cada año, 50.000.000 de niños son víctimas del aborto en todo el mundo (CatholicFamily and Human RightsInstitute, C-Fam, 2010). En Chile, se estima que entre 20.000 y 50.000 abortos son practicados (Ministerio de Salud, 2013), aunque las estadísticas nacionales son difíciles de evaluar, porque la terminología es usada, muchas veces, de manera ambigua o es adulterada con intereses ideológicos. Y el parque automotriz supera los 7.000.000 de vehículos en Chile, con más de la mitad concentrados en la Región Metropolitana (Registro Civil, 2016). Juntar estas estadísticas en un párrafo no es fruto de la distracción o la frivolidad, se trata de una relación muy hábilmente trabajada por los responsables de Auto por la Vida, que se define a sí misma como “Campaña ciudadana para frenar el aborto en Chile”, y que estuvo visitando nuestra parroquia el domingo pasado.

Usar el auto como medio de propagación de ideas es tan antiguo como el motor de combustión interna. El auto es un elemento que llama siempre la atención y muchas veces ayuda a definir el estatus, así que siempre es observado. Para muchos, detectar las marcas y modelos es entretenido, así que siempre va a ser efectivo colocar un adhesivo en una parte visible de nuestro cacharro para defender una causa. Y qué mejor que usarlo para promover la defensa de la vida humana, especialmente la vulnerable vida del niño que está por nacer.

Se puede comprar un adhesivo desde $1.000 cada uno. Para tener más información, se puede consultar en la página web de la campaña: http://www.autoporlavida.cl/.