"Unidos en Cristo para Evangelizar"
30 de Abril de 2020
La comunidad en carne y hueso
 



Apreciados y recordados amigos,

Desde mi rincón, donde me encuentro evitando toda “amistad” con el flagelo llamado coronavirus, les escribo para llegar a ustedes y sepan que no me olvido de mis buenos amigos y feligreses de Los Castaños.

Avanzan los días y la pandemia parece no dar tregua a nuestro distanciamiento social, a nuestra cuarentena y a todas las consecuencias que estas medidas traen a nuestras vidas en distintos y amplios aspectos: distanciamiento familiar, temor, alteración en nuestra salud, impacto en nuestro trabajo, caída de nuestros ingresos, etc.

Hay un aspecto en común entre todos nosotros y que ha sido drásticamente alterado: nuestra pertenencia a una COMUNIDAD de creyentes que tiene nombre y apellido: Parroquia Nuestra Señora de las Mercedes – Los Castaños.

Quisiera detenerme y compartir con ustedes sobre esto, el ser comunidad y estar hoy distanciados físicamente, en “carne y hueso” como lo define el Papa Francisco.

En este sentido, el Papa ha reflexionado recientemente en una de sus homilías: "La familiaridad de los cristianos con el Señor es siempre comunitaria. Es personal, pero en comunidad. Una familiaridad sin comunidad, sin el pan, sin la Iglesia, sin el pueblo, sin los sacramentos, es peligrosa".

La pandemia que nos azota nos ha obligado a tener que vivir nuestra fe en casa, en nuestra iglesia doméstica, pero no podemos olvidar ni relevar de su importancia lo que es la comunidad y el rol de pertenencia que cada uno de nosotros tiene en ella.

Varios de ustedes, a través de diversos medios, han expresado la necesidad de la fe vivida en comunidad, añorando celebrar juntos la Santa Misa en nuestro templo y comulgar, recibir el perdón de Dios en el confesionario, encontrarnos en distintas pastorales y catequesis. ¡Cuánto extrañamos vivir la Semana Santa juntos, en comunidad! En fin, son muchas las expresiones que brotan al recordar nuestra Parroquia y la inmensa vida pastoral y social que hoy echamos de menos.

El Papa nos advierte que la Iglesia, los Sacramentos, el pueblo de Dios, son concretos, por lo que no debemos olvidar, aunque sea momentáneamente, este aspecto tan relevante en la vida de los cristianos que están insertos en la comunidad, en el pueblo de Dios. Un pueblo en carne y hueso, que parte el pan, escucha la Palabra, comparte la caridad y anuncia la alegría del Evangelio de persona a persona, a través del testimonio de la vida y la cercanía concreta.

En este sentido quisiera agradecer a todas aquellas personas que siguen vinculadas a SU comunidad a través de nuestras redes sociales, nuestro sitio web, etc., especialmente a aquellos que responden al llamado de nuestra Parroquia y siguen haciendo su aporte en la colecta dominical. Precisamente de eso vive nuestra comunidad en términos materiales. Mantener la colecta es un signo visible y concreto de pertenencia a nuestra comunidad.

 

Sin embargo, la situación económica sigue muy delicada, es aún muy pobre la respuesta a este llamado. Por favor, no olvidemos que la Parroquia sigue funcionando y los costos fijos siguen existiendo. Queremos volver a encontrarnos en “carne y hueso” pero mientras dure esta pandemia nos seguimos encontrando por los medios digitales y la atención online de nuestra Parroquia, ¡seguimos funcionando, ayúdenos! Recuerde que cada gota es necesaria. Como siempre, los invito a que visiten la página web donde está toda la información de cómo poder ayudar: www.parroquialoscastanos.cl

Con la esperanza de volver a encontrarnos pronto en nuestra casa común y de que cada uno hará lo posible por mantener viva la comunidad en términos espirituales y materiales, les bendigo con el afecto de siempre. Su párroco,

Roberto Espejo Fuenzalida, Pbro.


Dirección: Avenida Vitacura #7401, Comuna de Vitacura Teléfonos: (+56 2) 2242 2401   Mail: parroquia@loscastanos.cl