Amigos y hermanos en el Señor,

Hace poquito estábamos alegres y felices celebrando Pascua de Resurrección. Durante estos cincuenta días que han transcurrido, hemos leído, reflexionado y comentado las palabras del señor Jesús, que nos hablaba del Espíritu Santo. Algo que nos sorprendió fue escuchar al Señor decir: “Es bueno que yo me vaya porque así les enviaré el Espíritu de la Verdad, el Paráclito, el Consolador”.

Hoy, “Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos reunidos. De repente vino del cielo un ruido, como un viento huracanado, que llenó toda la casa donde se alojaban. Aparecieron lenguas como de fuego, que descendieron por separado sobre cada uno de ellos. Se llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron a hablar en lenguas extranjeras, según el Espíritu les permitía expresar”.

Todos los años recordamos ese momento. Desde ese día comienza la obra misionera de la Iglesia liderada por Pedro.

Nos toca a nosotros trabajar para la extensión del Reino, cumpliendo ese “Vayan por todo el mundo…”. Contamos para ello con la asistencia del Espíritu Santo.

Seamos buenos discípulos misioneros de Jesús. Tenemos una tarea inmensa: la evangelización de los católicos.  Recordemos al Papa Benedicto XVI, quien en el año 2007 escribió: “Mediante la oración, el testimonio de vida y el empeño cristiano bajo todas sus formas… todo fiel sea misionero allí donde vive. Y espero que también nazcan vocaciones para el anuncio del Evangelio entre los hombres que no lo conocen aún”.

Hermosa y difícil misión en los tiempos actuales en que la descristianización es fuerte y dolorosa. Tenemos que revertir esta situación. De nosotros depende. No dejemos esta tarea a otros. Asumamos nuestro compromiso de bautizados y confirmados. Centremos a Cristo en nuestra vida y en la de todos los que viven con y cerca de nosotros. Tenemos el Espíritu de Cristo, quien nos ilumina, nos hace valientes y fuertes y con sus dones activa nuestra inteligencia y mueve nuestros corazones.

¡VEN ESPÍRITU SANTO, VEN Y ENCIENDE EN NOSOTROS EL FUEGO DE TU AMOR!

Feliz fiesta de Pentecostés para todos y cada uno de ustedes, les desea vuestro párroco,

Roberto Espejo Fuenzalida, Pbro.