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Tendremos que hacerlo con el sentido de responsabilidad, atendido que sigue pendiente la definición del modelo de sociedad que se debe plasmar en la Carta Fundamental.
Tenemos que estar conscientes que corresponde elegir a las personas adecuadas, para que no ocupen el cargo de consejeros constitucionales, representantes de las ideologías y formas de pensamiento que predominaron en la convención anterior, para no tropezar dos veces con la misma piedra.
Recordemos que el triunfo al Rechazo, a la propuesta anterior, demostró que en la ciudadanía no gozan de simpatía los planteamientos que fomentan la lucha de clases.
Tampoco gozan de aprobación los que buscan defender la ideología de género, atendido que propugna una visión antropológica que niega que Dios creó al hombre y la mujer, para alentar formas de organización de la familia y de la sexualidad denigrantes y que amenazan la inocencia de nuestros niños y adolescentes.
Menos aceptación tienen los que, con el pretexto de querer reivindicar los derechos de los pueblos originarios, buscaban fomentar formas de racismo que quería fragmentar a Chile bajo el confuso concepto del plurinacionalismo.
Tenemos que estar atentos para no apoyar con nuestros votos a los que buscaban instalar el “Estado Laico”, para atacar o negar la libertad religiosa, en especial, el derecho preferente de los padres a educar a sus hijos.
Hay mucho en juego todavía y no podemos renunciar a participar con el mayor sentido de responsabilidad.
Pidamos a la Virgen del Carmen, Patrona de Chile, que nos ilumine y proteja en esta nueva etapa que comienza.
Crodegango