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Este domingo 12 de abril al mediodía y durante la tarde en su retransmisión de las 20:00 horas, celebraremos la Eucaristía propia del Domingo de Resurrección, fiesta central del cristianismo, pues como nos enseñó San Pablo en las Sagradas Escrituras: si Cristo no hubiese resucitado, vana sería nuestra fe. (Cf. 1 Corintios 15,14).
El Domingo de Resurrección o de Pascua es la fiesta más importante para todos nosotros, ya que con la Resurrección de Jesús es cuando adquiere sentido toda nuestra fe. Cristo triunfó sobre la muerte y con esto nos abrió las puertas del Cielo. En la Misa dominical recordamos de una manera especial esta gran alegría. Se enciende el Cirio Pascual que representa la luz de Cristo resucitado y que permanecerá prendido hasta el día de la Ascensión, cuando Jesús sube al Cielo.
Cuando celebramos la Resurrección de Cristo, estamos celebrando también nuestra propia liberación. Celebramos la derrota del pecado y de la muerte. En la resurrección encontramos la clave de la esperanza cristiana: pues podemos estar seguros de que, después de una corta vida en la tierra, si hemos sido fieles, llegaremos a una vida nueva y eterna, en la que gozaremos de Dios para siempre.