Alejandro, seminarista que ha estado sirviendo en nuestra parroquia desde agosto del año pasado, ha sido aceptado como Diácono en Tránsito al Sacerdocio. La ceremonia de su ordenación diaconal está programada para el próximo 14 de agosto a las 17:00 horas en la Catedral Metropolitana de Santiago, durante la Eucaristía presidida por nuestro Arzobispo, el Cardenal Celestino Aós.

Pero, ¿qué es ser “Diácono en Tránsito”?

Nuestro futuro diácono explicó que, el sacramento del orden se otorga en tres grados: “el diaconado, el sacerdocio ministerial y el obispado. Mi vocación responde al sacerdocio, al modo de Jesucristo sacerdote, pero antes de eso, debo ser ordenado diácono y ejercer el ministerio siguiendo el ejemplo de Cristo como servidor de los más necesitados. A este camino se le conoce como ‘diaconado en tránsito’”. En palabras aún más simples, “no puede haber sacerdocio sin antes haber pasado por el diaconado”, afirma.

Mucha alegría y gratitud

Alejandro, confiesa sentir una gran mezcla de sentimientos en estos momentos previos a su ordenación diaconal. Entre ellos, experimenta “gratitud, alegría y algo de ansiedad”, dice, “porque me siento muy feliz de poder responderle que sí a Dios, a su seguimiento en este modo de vida, pero también siento algo de ansiedad ante todo lo que Él me pueda tener preparado en este ministerio”.

El cariño por la parroquia y la comunidad

Durante su tiempo como seminarista en nuestra parroquia, Alejandro ha vivido experiencias significativas que han dejado huellas en su corazón. Destaca “la riqueza educativa y formativa que he encontrado aquí, así como la generosidad y acogida de los diáconos y el padre Roberto Espejo”.

Además, valora enormemente “la diligencia de los trabajadores y el compromiso de numerosas personas que dan vida a la comunidad”. Todas estas experiencias le han enseñado la importancia del trabajo en equipo y que “si bien el Señor tiene un llamado para cada uno, nos llama en comunidad”.

Un mensaje para todos nosotros

Cuando le preguntamos qué mensaje le gustaría compartir con la comunidad de Los Castaños con respecto a su ordenación, nos respondió que “me conmueve verdaderamente esa alegría que me han expresado y las oraciones que han hecho por mí, por eso me gustaría pedirles, que siguieran rezando, ahora más que nunca, para poder responder fielmente a la voluntad de Dios”. Pidió con humildad que “me formen, eduquen, exijan y corrijan. Pienso que con la comunidad debo aprender a ser un buen servidor”, finaliza.

¡Recemos por Alejandro y el aumento de las vocaciones al sacerdocio!