"Unidos en Cristo para Evangelizar"
05 de Diciembre de 2018
Adviento: Preparémonos a la Navidad
 




Apreciados amigos,

Llegamos a diciembre y a fin de año. Frente a nosotros está la fiesta de la Navidad. El Señor nos regala un maravilloso tiempo de preparación.

Aquí les escribo algunos pensamientos para que, rezando y reflexionando, podamos celebrar el nacimiento de Jesús, bien preparados y llenos de esperanza.

VEN, SEÑOR JESÚS.

Los saluda con mucho cariño, su Párroco,

Roberto Espejo Fuenzalida, Pbro.

         ADVIENTO

Un rabino preguntó a sus estudiantes: ¿sabe alguno de ustedes cuándo termina la noche y  comienza el día?  Un estudiante respondió: “Cuando ves un animal en la distancia y sabes si es una oveja o un chivo.                                                                         

 Otro dijo: “Cuando ves un árbol en la distancia y sabes si se trata de un cerezo o un plátano”                                                                 

Cada uno de los estudiantes iba dando ingeniosas respuestas hasta que el rabino les dijo, “Déjenme que yo les dé mi respuesta.  La noche termina y el día comienza cuando miras a la cara de cualquier ser humano y ves la cara de tu hermano o hermana. Si no puedes hacer esto, no importa la hora del día, todavía vives en la noche”.                                              

Adviento es tiempo de distinguir a Jesucristo, Príncipe de la luz, rostro del hermano. Muchos años atrás, había un anuncio que decía: “Un libro ayuda a Triunfar”.   Nosotros, hoy, abrimos el Gran Libro y decimos:” Un Libro ayuda a Cambiar.” Este Libro no nos ayuda a triunfar en los negocios, ni nos salva. Sólo el Señor Jesús salva. Y Jesús no es un libro. Pero con este Libro puede comenzar un cambio y una aventura hacia la vida.

Cada año, la elección de los evangelios nos hace seguir una progresión en los 4 domingos de Adviento:

- El primer domingo nos orienta hacia la Venida del Señor al final de la historia y el mensaje es el de la vigilancia;

- El segundo domingo está centrado en la figura de Juan Bautista y el mensaje es el de la paciencia y de la preparación activa para la Venida del Señor;

- El tercer domingo, también centrado en el Bautista, nos orienta con más fuerza hacia la persona de Aquél que viene; el mensaje es el de la alegría por la venida muy cercana;

- El cuarto domingo contempla el misterio de la Encarnación de Dios en María; el mensaje: una preparación profunda del misterio de la Navidad.

 El Adviento no es, pues, una simple preparación de Navidad. Celebra a la vez la última Venida del Señor que dará todo su sentido a nuestra historia; pero también celebra al Señor que viene cada día a nosotros con una presencia muy real, pero que nos da la sed de Él, más fuerte y palpable.

 Todos hemos visto, alguna vez, uno de esos pintores que hacen retratos rápidos de las personas en la calle. Un día posó un borrachito, sucio, sin afeitar y con ropas malolientes. A pesar de su aspecto desastroso fingió gran dignidad. El pintor le dedicó más tiempo del normal y cuando terminó le presentó al hombre su retrato.  “Ese no soy yo” dijo, sorprendido, el borracho cuando se vio bien vestido y sonriendo en el retrato. Y el pintor le contestó: “Pero ese es el hombre que usted todavía puede llegar a ser”.  

 En este tiempo de Adviento, en que preparamos la venida del Señor, la Palabra de  Dios nos dice a todos: tú puedes cambiar, tú puedes llegar a ser otro.   Con fe digámosle al Señor, las palabras del salmista: “Tú eres nuestro Padre, nosotros somos la greda y tú eres el alfarero, todos nosotros fuimos hechos por tus manos”.   Y Dios, este alfarero te dice, ponte en mis manos, déjate modelar y yo te enseñaré lo que puedes llegar a ser.              

¿Quieres cambiar? ¿Quieres estar preparado para la venida del Señor? ¿Quieres vivir este tiempo de espera, de Adviento, sin miedo?   Seguramente habrá algunos que no quieren, los que no se ponen a tiro de la Palabra de Dios, los que no tienen tiempo, los que viven abrumados por el trabajo, el cansancio, los hijos..., los que piensan que es imposible.   La Iglesia nos ofrece a todos nosotros un tiempo nuevo, un tiempo de espera y de esperanza: ADVIENTO. Abramos el Gran Libro, la Palabra de Jesús y allí encontraremos cómo encontrarl

El Adviento nos recuerda que nosotros no tenemos el control de la historia ni de la vida. Dios tiene el control y nosotros, los creyentes, dependemos de Dios, de su poder, de su acción y de su amor.

 


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